lunes, 21 de junio de 2010

¿DRAMA?


Qué feliz era
cuando era pequeño
cuando la tele era
en blanco y negro
los hipopótamos eran
bailarines en
museos polideportivos del PSOE,
los chimpancés campaban
por el congreso de los diputados.
Unos diputados de los de antes,
sin mechas, sin marketing,
sin pelucas…
unos diputados gordos,
de esos gordos que da
gusto verlos.
Diputados hermosos,
catedráticos,
fontaneros,
doctores orquesta.

¿Y los autores?
¡Ay, los poetas!
Los poetas eran
respetados,
representados,
aplaudidos y
reconocidos.

Esta tierra
los amaba y
los alimentaba
a base de teta.
¡Teta buena!
¡Teta gorda!
¡Teta de la de antes!

Si no gustaban
pues los lanzaban al pilón
o los linchaban
o volaban los teatros
con bombas redondas
de mecha corta.

¡Qué tiempos aquellos
sin costaleros y
con poetas!

Tiempos del
Ratoncito Pérez y
de patatas grandes
como caballos y
poetas en
los teatros…

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