lunes, 24 de enero de 2011

Epílogo de Rodrigo García


Esta mañana he visto gotas de rocío atrapadas
en una fina telaraña, en el monte
Como perlas suspendidas en el aire
Toqué con cuidado la telaraña y vi las gotas temblar y brillar
Igual que lágrimas que se niegan a saltar al vacío
He pensado en ciertos amigos y en ciertas
mujeres que he amado y en gente que quiero
y en gente que me ha hecho daño
mientras miraba, extasiado, esas gotas de rocío
temblando en aquella red que una araña había tejido
entre hierbajos, en el monte

Y luego he pensado en aquellos
que no tienen siquiera el mérito de dejarse caer
como una gota de rocío sobre una fina telaraña
y desaparecen torpemente delante de nuestros ojos
Y los absorbe la tierra

Es gente que no se lo ha currado


(de: "Agamenón. Volví del supermercado y le di una paliza a mi hijo")

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