Busco un amor sencillo,
un amor desnudo
en botas de tacón cubano
que me observe golpearle
dentro del cadáver de un lechón
al tiempo que orina en mi mano
y me pellizca los pezones
irritados de pimienta y alcanfor
mientras caga en mi rabo
una pléyade de jugadores de pádel
afeitados y sodomizados
por un ejército de púberes
recién nacidos con restos
de placenta en sus manos.
Yo, como todos
busco un amor sencillo.
¿Acaso pido algo raro?
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