miércoles, 19 de agosto de 2009

Elogio de la superviviente



En tu cuerpo, escrito:

la infancia como una enorme sala húmeda

hospitales donde trasplantan cicatrices

una temible aguja que se abreva en tu piel

terror a cruzar puentes sobre las autopistas

diez años de indagación sobre el suicidio

desamor golpes y la más extrema

clandestinidad del llanto.


El cuerpo del deseo es el del sufrimiento.

Ahora yo también escribo en él

con esperma y con besos, arrastrando las sílabas.


Francamente: eres tan hermosa

que todas las mujeres son hermosas.

Nace mi lengua en tu boca de tabaco tibio.

Pero esto te lo diré de otra manera:

no hay más derrota que el morir, la muerte

de un solo trago o a sorbos. Y hasta entonces

sigue tu música y la lucha sigue.


Jorge Riechmann

(sugerencia de Pedro Álvarez)